Análisis de marca: la salud de marca es el conjunto de factores internos y externos de la empresa para medir su eficiencia y si se están logrando las metas fijadas. Consiste en llevar a cabo un análisis de la situación de la marca en el ciclo de vida del mercado para realizar un seguimiento a lo largo del tiempo y saber si se están cometiendo errores.
Algo que resulta de vital importancia, ya que conocer la salud de una marca se traduce en una buena solvencia y reputación de marca, con todas las ventajas que esto supone: la notoriedad de marca, la preferencia de los consumidores, el aumento de las ventas, el crecimiento empresarial y la atracción y retención de talento.
Índice de contenidos
¿Cómo hacer un análisis de marca?
Realizar un análisis de marca es clave para comprender cuál es la posición de nuestra empresa en el mercado y cuáles son los indicadores que deben ponerse en marcha con la estrategia. Teniendo en cuenta los indicadores de salud de marca, podremos accionar los cambios necesarios en lo que respecta a métricas, reputación de marca y rendimiento competitivo. Se trata del primer paso para enfocar nuestro negocio hacia el camino correcto.
Un estudio completo de la marca, mediante factores tecnológicos, políticos, sociales y económicos, en el contexto de las tendencias del mercado y el macroentorno competitivo es la solución para continuar creciendo y aprovechando al máximo los recursos y el tiempo del que disponemos.
Determinar los objetivos de la investigación, seleccionar la muestra de clientes a analizar, definir los indicadores de rendimiento y resultado, analizar los resultados de la auditoría de marca y fijar hojas de rutas a nivel organizativo son los pasos claves para identificar el tipo de estudio que debemos llevar a cabo.
Indicadores de salud de marca
Para conocer la salud de una marca, existen diferentes indicadores que nos ayudan a realizar un seguimiento de las cualidades y características de nuestra empresa. No obstante, hay que tener en cuenta que el negocio se relaciona con muchos consumidores, stakeholders y tendencias. Con lo cual, es clave que todo el equipo de marca se haga responsable de controlar, cuidar y mejorar la salud de marca a lo largo de todo su ciclo de vida.
- Percepción de marca.
- Satisfacción que produce en los consumidores.
- Atractivo de la marca.
- Riesgo que corre.
- Diferenciación de los competidores.
- Liderazgo de marca.
¿Qué factores deben tenerse en cuenta en un estudio de salud de marca?
En un análisis de marca participan numerosos procesos y acciones para poder averiguar qué cosas estamos haciendo bien, detectar posibles errores que haya que modificar y saber qué es lo que tenemos que potenciar. En definitiva, se trata de marcar y corregir el camino de la marca para entender cuál es la situación de la empresa y planificar la hoja de ruta para afrontar las posibles circunstancias que puedan darse en el futuro.
El análisis de la marca, tanto a nivel externo como interno, el funcionamiento del sector, el estudio de los competidores y del funcionamiento del mercado y del propio sector, la experiencia de marca, el comportamiento de los usuarios y las tendencias e innovaciones que influyen a las empresas de alguna categoría en concreto del mercado.
Errores a evitar en un análisis de marca
Los errores más habituales cuando se lleva a cabo un análisis de marca son los siguientes:
- Evitar el estudio de la cultura corporativa: la parte interna de la marca influye en cómo se desarrolla de manera externa. Por eso, es fundamental tener en cuenta las relaciones con la plantilla, las creencias y principios de su cultura, la percepción de la marca por parte de la empresa, su historia, etc.
- Interpretar a las diferentes audiencias como una: lo habitual es que una marca cuente con distintos perfiles de clientes. Conocer sus expectativas e inquietudes con la marca nos permitirá personalizar la relación con ellos y proporcionar un mayor valor a cada uno.
- Presente sin pasado: analizar la marca sin tener en cuenta de dónde viene, no ayuda a planificar la estrategia. Sólo así es posible saber si se están cometiendo errores o si se está desaprovechando el valor de la empresa.
- Estudiar solamente a los principales competidores: para tener una visión global y más completa, además de analizar a la competencia directa, debemos estudiar a los competidores secundarios y referentes para la empresa.
- No comparar la proyección con la percepción: si las dos realidades de la marca no encaja, significa que la brecha entre lo que es la empresa y lo que quiere ser es muy grande. Para reducirla y proporcionar valor a los clientes, debemos estudiar la proyección de la marca y la percepción del público sobre ella.